Ingredientes
- Espárragos blancos
- Limón
- Huevos para escalfar
- Aceite de oliva, vinagre y sal
Método de preparación
- El espárrago fresco debe pelarse para quitarle la capa exterior que es bastante dura a modo de corteza protectora. Se pela desde la punta hacia el tallo y a la hora de cocer debemos de tener varios factores en cuenta.
- El primero es preparar correctamente el agua, esta debe ser abundante, bien sazonada y a mí me gusta añadirle limón. Debe estar hirviendo cuando echemos los espárragos; hay quién los cuece en manojo, ya que la punta es mucho más tierna, aunque yo no lo tengo en cuenta y no me quedan nada mal.
- El segundo es que como no todos tienen el mismo tamaño, es recomendable ir sacándolos del agua a medida que los vea en su punto.
- El tercero y más importante, cuando los sacamos del agua siguen cociendo. Como los vamos a tomar templados, no los vamos a refrescar, así que hay que controlar bien el punto de cocción para que el calor residual, termine de cocerlos dejándolos perfectos.
- Se apañan con aceite de oliva sin más y le vamos a colocar unos huevos escalfados, dándonos como resultado un plato de lujo.